jueves, 5 de marzo de 2015



Nº 85

Tenía muchas ganas y, por fin, ha llegado el día en el que ha entrado en la librería el pedido de ADE (Asociación de directores de escena de España). De momento poco más de cien títulos que incluyen obras originales, memorias, libros técnicos y algunos números de su REVISTA DE TEATRO. Iré hablando pormenorizadamente de autores y colecciones, e intentaré que sea a razón de uno o dos por semana. Saco a relucir de entre ellos el número 41 de la serie LITERATURA DRAMÁTICA (va por el 87 ya con el título TEATRO ERÓTICO, dePierre Louys), que es una antología de ocho pequeñas obras de ocho autoras españolas prácticamente desconocidas, encabezadas todas por una breve biografía a cargo de Fernando Doménech Rico, que también anota el resto del libro. Transcribo el principio de su introducción y acompaño con foto de contraportada, explicativa. 

Fernando Doménech, 1996.
ADE, 1996.

320 páginas.
12 €

La presente antología recoge ocho obras de distintas autoras españolas a lo largo de un periodo de cerca de tres siglos, desde mediados del siglo XVII hasta los comienzos del siglo XX.

Son escritoras de todo tipo: dos monjas trinitarias (Sor Marcela de San Félix y Sor Francisca de Santa Teresa), tres actrces (Mariana Cabañas, Blanca Suárez e Irene López Heredia), una de las cuales era cupletista, una marquesa (la marquesa de Aguiar), una peridoista (Eva Canel) y la hija de un autor famoso (Joaquina Comella). Sus vidas, con seguridad, no tuvieron demasiados puntos en común. Desde el claustro a la vida del gran mundo, desde la pobreza y la enfermedad al triunfo profesional, estas ocho escritoras forman el más variado conjunto que se pueda reunir.

Sin embargo, tienen algo en común: escribieron para el teatro y vieron representadas o publicadas sus obras. Pero, al margen del éxito que obtuvieran en su época y en su ámbito, son hoy en día unas perfectas desconocidas. Sus obras, manuscritas o en ediciones únicas, han quedado olvidadas en el último rincón de la biblioteca y su nombre no ha llegado ni siquiera a la letra pequeña de las historias de la literatura.

Son muchas las autoras españolas que han sufrido este olvido. Incluso en obras generalmente bien informadas y que tratan de superar la situación de ostracismo que sufren las obras de escritoras, se pueden encontrar afirmaciones como la siguiente:
"En general, la mujer estaba excluida del teatro, excepto como actriz, aunque algunas lograron romper el muro del silencio que las aislaba, presentando obras traducidas o, ya en la mitad del siglo XIX, dramas originales al público de Madrid, Sevilla, Granada, Barcelona y Palma de Mallorca"

El libro AUTORAS EN LA HOSTORIA DEL TEATRO ESPAÑOL (1500-1994), intento de catálogo de todas las autoras dramáticas españolas publicado por la ADE, debería disipar ese espejismo: varias decenas de escritoras de los siglos XVII, XVIII y primera mitad del XIX escribieron, representaron y publicaron algunos centenares de obras originales en toda España y América. No basta, sinembargo, con un catálogo. Es necesario recuperar esas obras y darlas a conocer al lector actual para que pueda juzgar por sí mismo el valor que pueden tener esas obras dentro de la literatura dramática de su época.

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