sábado, 20 de febrero de 2010

LAZARILLO. MATAR ZOMBIS NUNCA FUE PAN COMIDO.


Juan Diego Barrera, 2010. 191 páginas. 7, 95 euros.

Estos zombies son la leche, de verdad. Y además de ser la leche existen desde hace mucho tiempo, y pensar en la posibilidad de haber convivido con ellos así como en la de estar conviviendo con alguno de ellos ahora me da un poquito de repelús.

En los primeros años de 1500 nació Lázaro de Tormes, pero resulta que, por lo leído durante estos últimos días, el tipo lleva danzando por el mundo desde entonces y aún a finales de 2009 andaba por ahí suelto.

Que no se equivoque nadie. Lázaro no es un tipo peligroso, como tampoco lo soy yo. Pero los hechos aquí narrados ponen (o más bien deberían poner) los pelos de punta. Se trata de la famosa (por macabra) cena de San Bartolomé, que sucede al mismo tiempo que el doctor Torres lee para sí, y sobre todo para el lector, la vida de nuestro Lázaro.

Bien. Es un libro de zombis y me lo he leído de cabo a rabo. ¿Que qué tal está? Bueno, debo decir que me ha parecido un rollo, pero también tengo que apuntar que no soy lector habitual de este tipo de novelas, con lo cual perfectamente podría estar siendo injusto. ¿Que si lo recomiendo?

Veamos. La historia parte de la necesidad de que el libro original, el que todos conocemos, sea un manuscrito real, autobiográfico. Es decir, se parte de una falacia superada hace siglos y en cuya superación se encuentra buena parte del valor de la obra: ficción refinada. Así que uno pierde pie leyendo esta revisión que entiendo, sobre todo, como cachonda. Porque la trama se lanza con Lazarillo en una librería de nuestro tiempo muy enfadado al comprobar que la historia que de él se cuenta es falsa. Pero hay que tener en cuenta que ningún lector contemporáneo de la obra considera esta como historia real, y así resulta difícil situarse, ponerse en la piel de nuestro inmortal Lazarillo. Queda la posibilidad de aceptar, eso sí, que si Peri Lope existe también lo hiciera Lazarillo y, entonces, la falacia puede pasar a considerarse como vuelta de tuerca y, ya asumida, asumir que la verisimilitud del argumento nos importa un pepino. Real.

El manejo de la lengua es tosco. Unas veces se encuentra uno con expresiones afortunadas que provienen, sin duda, del original (tanto cuando se copian directamente como cuando se inventan) y otras con lagunas expresivas del autor que claman al cielo, hasta el punto de sustituir la posibilidad de literatura por resúmenes del tipo: no podéis imaginar las cosas que tuve que hacer aquella noche. Y me pasa que, efectivamente, no me las puedo imaginar...

Pero bueno, aquí ya se sabe a qué vinimos: a ver una historia entretenida, a pasar el rato. Nadie debería llevarse las manos a la cabeza. Cierto es que los personajes históricos que se incluyen (Garcilaso de la Vega, Juana la Loca, Felipe Hermoso...) ni siquiera son personajes, a penas nombres. También es verdad que la historia es previsible todo el rato pero, oiga, ¿a usted qué es lo que le habían prometido? Pues nada, lectura de esa que llaman de evasión y que, finalmente, me ha dejado en el cuerpo la sensación que venía sospechando desde que empezara a leerlo: la de estar perdiendo el tiempo. ¿Será esto la evasión? Qué cachondo el Lazarillo.

8 comentarios:

  1. Esta moda de los zombies... No sé yo. Como ocurrencia tiene su gracia pero a mí me parece más un intento de negocio editorial que otra cosa. El otro día ojeé la zombiversión de Orgullo y prejuicio y me imaginé a Jane Austen revolviéndose en su tumba. Y en alguien haciendo una novela sobre eso.

    ¿Para cuándo las versiones ambientadas en el espacio exterior?

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  2. Parece que esto de coger clásicos dela literatura y añadirles la palabra "zombie" detrás se ha puesto de moda. Buena análisis que, aún así, me confirma en la idea de que no leeré ni al Lazarillo zobie, ni Orgullo y prejuicio zombie ni ningún otro clásico "zombificado".

    Un saludo

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  3. Por favor, perdonádme ambos. Puse filtro porque alguien me estaba dando la tabarra y se me olvidó.

    Petrarca; a mi también me parece un intento de sacar cuartos por la vía rápida, pero en este caso han ahorrado costes incluso en el merchandasing (o como se escriba la cosa). Lo que está claro es que se trata de un producto editorial más que literario.

    Un saludo a ti también Jlin. Creo que haces bien en no leer estas obras, y me parece que tu criterio vale más que el de Petrarca y el mío, por cuanto que se refiere a literatura fantástica.

    Lo dicho, disculpad la (involuntaria) descortesía. Saludos.

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  4. Por cierto, Petrarca, supongo que con tu pregunta te refieres a la adaptación de clásicos al afuera terrestre. Todo se andará. De momento hay zombis (y sobre todo vampiros) para una temporada.

    Un apunte más. No digo en la reseña que Lazarillo el matazombis es un vampiro,. pero lo es. No quería desvelar demasiadas cosas por si algún incauto pensaba leerlo... El caso es que los vampiros no pueden beber sangre de zombi (corrupta) así que les conviene acabar con el mayor número posible de ellos, por lo de evitar errores. En fin... estas cosas...

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  5. Me encataría ser el único ignorante que perdió el tiempo leyendo ese libro, así me sentiría especial. Aunque no han sido más de 20 minutos sentado en el. No conozco al autor, pero seguro que como yo es un friki que entiende que para hacer algo simplemente divertido hay que añadir una plaga zombi.
    Yo pondría zombis incluso a la misa del domingo (aunque no sé si habría mucha diferencia)
    Por 7 euros ¿qué más quieren? Yo he pagado mucho más por bodrios mucho peores, y seguro que ustedes más que yo (más que nada por que yo no soy ningún lector de esos que llaman ávidos.
    En cuanto a la calidad del lenguaje, por favor (y repito lo de antes) LAZARILLO MATAZOMBIES ¿alguien esperaba una obra de arte?
    Es simplemente un libro para reirse, como Evil Dead, y que léertelo despues de los exámenes de junio, entra del tirón, como una buena birra.
    Saludos a todos y relajen sus esfínteres, que hay que disfrutar y reírse sobre todas las cosas.

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  6. Gracias por comentar, anónimo. La verdad es que esperaba una obra de arte, por qué no: un librito divertido, quizás irónico, entretenido en cualquier caso. Pero ha sido un rollo, un petardo. Creo que responde al interés de su autor en vender su producto (que tanto le da qué sea) más que en entretener o divertir a sus lectores. Si hubiera podido vender la portada por siete euros seguramente se hubiera ahorrado las páginas restantes.

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  7. Es que nada más ver la portada te das cuenta de que es un libro para leerlo en el servicio...
    Hay literatura de terror muy friki y muy buena, pero se nota que no es el caso. Yo por suerte no esperaba calidad, así que me quedé a gusto. El libro es lo que se dice una "macarrá" (de macarra) y el hecho de que no esté firmado me hace más gracia. Por lo menos tuvo la vergüenza de no firmarlo

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  8. Debo de ser muy torpe porque creo que fue precisamente el hecho de que no estuviera firmado lo que hizo que albergara alguna esperanza en el libro. Gracias por comentar.

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Comentarios.