Me he encontrado con un poema que ha llamado mucho mi atención porque tiene que ver bastante con el último libro reseñado, o al menos eso es lo que me parece. He tropezado con este poema porque Mario Levrero, el uruguayo, lo incluye en el DIARIO DE LA BECA de LA NOVELA LUMINOSA. Se trata de un poema de Kavafis que Levrero, según cuenta, descubrió en un libro de Lawrence Durrell, de manera que lo que a continuación paso a transcribir es la traducción de una traducción, como el propio Levrero confiesa. El tema que se trata es el de la ciudad, el lugar de donde se es y que se forma con uno y en todos los sitios: paisaje que es también interno. Digo que a propósito también de RAZONES PARA HUIR DE UNA CIUDAD CON FRÍO, de Fernando Valverde. Espero que os guste.
Te dices: Me marcharé
a otra tierra, a otro mar,
a una ciudad mucho más bella de lo que ésta
pudo ser o anhelar...
Esta ciudad donde cada paso aprieta el nudo corredizo,
un corazón en un cuerpo enterrado y polvoriento.
¿Cuánto tiempo tendré que quedarme,
confinado en estos tristes arrabales
del pensamiento más vulgar? Dondequiera que mire
se alzan las negras ruinas de mi vida.
Cuántos años he pasado aquí
derrochando, tirando, sin beneficio alguno...
No hay tierra nueva, amigo mío, ni mar nuevo,
pues la ciudad te seguirá,
por las mismas calles andarás interminablemente,
los mismo suburbios mentales van de la juventud a la vejez,
y en la misma casa acabarás lleno de canas...
La ciudad es una jaula.
No hay otro lugar, siempre el mismo
puerto terreno, y no hay barco
que te arranque a ti mismo. ¡Ah! ¿No comprendes
que al arruinar tu vida entera
en este sitio, la has malogrado
en cualquier parte del mundo?
Excelente hallazgo. No lo conocía. Kavafis siempre me ha encantado. El final da que pensar: "¡Ah! ¿No comprendes que al arruinar tu vida entera en este sitio, la has malogrado en cualquier parte del mundo?" Gracias por compartirlo
ResponderEliminarGracias a ti por apreciarlo, Layna. Sigo en este caso la pista que me dejó en el blog DESDE LA CIUDAD SIN CINES David Pérez, que reseñó ya hace algunos días LA NOVELA LUMINOSA y el resto de su obra el año pasado.
ResponderEliminarBienvenida.
Al final uno siempre ha de convivir consigo mismo, no importa el lugar. Poesía de la experiencia. Muy buen hallazgo. Me queda nada para acercarme a una librería y empezar a recuperar el tiempo perdido con la poesía.
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