martes, 27 de septiembre de 2011

Apuntes. Relecturas.

Lo de relectura es un decir, al menos en uno de los casos: LA TUMBA DE KEATS, de Juan Carlos Mestre. Porque cuando empecé a leerlo de nuevo aún no lo había terminado pero, en fin, ya van un par de veces. No sé por qué inisisto tanto si yo no quiero que me cambie la vida. Al menos no demasiado.

La otra relectura es NOCTURNO DE CHILE. De aquí a final de año quiero leer unas cuantas obras más del chileno Bolaño. He decido reiniciar la marcha por lo último suyo que dejé leído, entre otras cosas porque, según recuerdo, me prometí en la entrada que escribiera a propósito de aquel libro que así lo haría. Esta especie de repaso-degustación que he dado de la tormenta de mierda (así trató de llamarla el propio Bolaño según cuenta Herralde) que sufre el cura crítico y literario Ibacahe en una noche de fiebre ha sido una gozada. En la misma onda he empezado LA LITERATURA NAZI EN AMÉRICA, que me está gustando mucho.

Mi experiencia con las relecturas es muy positiva y se lo recomiendo a cualquier lector que no la practique asiduamente. Quizá se me diga que hay muchos autores, muchos libros por descubrir. Mi respuesta es que, en realidad, hay demasiados.

Como ya he dicho LA TUMBA DE KEATS no me va a cambiar la vida a pesar de la Palabra de Caballero que un anónimo me diera. En todo caso he leído más despacio de lo que lo venía haciendo y hay tramos en los que logro hacerlo como si de un relato se tratara. Y, sí, me gustan esos poemas, pero no me gusta el libro todo el tiempo, mi atención (exigida) se diluye por momentos. Ahora que lo retermino lo leo aún más despacio, con menos prisa.

Relación: alguien debería presentar a Juan Carlos Mestre y a Fernando Vallejo. Porque practican estilos muy diferentes y porque su planteamiento ético es -en algunos aspectos radicales- equivalente. Conjuntadas ambas razones forman una buena razón. Creo que dentro de unos días hablaré de esto y, en general, de LA TUMBA DE KEATS con más detalle, ese libro que no me está cambiando la vida y que, sin embargo, parece que pretenda hacerlo.
.

3 comentarios:

  1. Lo de releer, con cuidado. Este verano, tras ver "Midnight in Paris" de Allen me releí "París era una fiesta". Y bien. Pero hice amago de releerme "Pero, ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?" y tuve que dejarlo antes de la página treinta. Tengo a Jardiel en un pedestal y vi que, si seguía, terminaría aborreciéndolo. Quizá el problema sea mitíficar lecturas que se hicieron en el pasado.

    Y hay muchos libros por leer, pero hay veces que libros leídos te llaman y no puedes decirles que no.

    Y sin haber leído a Bolaño me está llamando.

    ResponderEliminar
  2. Hola:
    El cura de Nocturno de Chile está basado en un personaje real, ¿lo sabías?

    Por cierto, ¿has visto la revista "qué leer" de este mes? Si no lo has hecho no te la pierdas. Sobre todo la página 12... No te digo lo que hay ahí porque si no lo has visto no quiero estropearte la sorpresa.

    Me cuentas

    ResponderEliminar
  3. Hola, Impenitente. Seguramente tengas razón y no todas la relecturas sean positivas, pero sólo si no consideramos positivo percatarse del error. Estoy de acuerdo contigo: se mitifican libros igual que se hace con discos o películas. Yo a Bolaño trato de degustarlo, más que leerlo. Si te animas me cuentas.

    Hola, David, muchas gracias por el aviso. Sí que ha sido una sorpresa, puede que haga una entrada de agradecimiento, no lo sé. Aún no tengo la revista físicamente. En Olmedo son las fiestas patronales y ahora mismo está complicado.

    Creo que me contaste lo del personaje real de Ibacache. Seguramente esté en la entrada que hiciera el año pasado. Voy a mirar.

    ResponderEliminar

Comentarios.