Autor, Roberto Bolaño, 1993.
Editorial, Anagrama, 2010.
25o páginas.
Pvp, 17 €.
Hace algunos días que he retomado a Bolaño. Me he decidido a continuar con esta obra tan curiosa que tiene estructura de diccionario pero que dista mucho de serlo, no ya sólo por su contenido -completamente ficticio- sino por el mismo estilo, que es el suyo ya conocido, y que tiene que ver mucho con la fabulación y casi nada con el tono didáctico de los manuales. Es un manual ficticio que los seguidores de Bolaño utilizaremos alguna vez. Bolaño sorprende menos con cada nuevo libro (que leo), porque uno se espera cosas así, y porque de todo sobre el chileno se puede leer por ahí, y de todo se oye. La Literatura Nazi En América es Bolaño en estado puro: una colección de 30 relatos biográficos, con estilo ligero y cautivador, en la que se proponen historias atractivas y en la que un dilema o una paradoja la recorren de principio a fin: en calidad de qué están relacionadas la ética y la estética, la moral y la literatura. Es un plantemiento que el lector no sólo puede hacerse sino que debe hacerse. No lo hace el chileno explícitamente, él se fija en la paradoja de quienes sumidos en ideas que para la mayoría de la gente son despreciables muestran una sensibilidad hacia la literatura que es despreciada por la mayoría. Que se me perdone el juego de palabras.
Para empezar tengo que decir que se trata de un diccionario que no existe, pues dos de los autores reseñados -Argentino Schiaffino y Willy Schürholz- aún no han muerto a pesar de que su biografía se presenta cerrada: el primero morirá en 2015 y en 2029 el segundo. Es decir este diccionario no lo puede haber escrito Bolaño, habrá que pensar que quizá lo escribirá Arturo Belano o alguien que aún anda vivito y coleando. Además, Willy Schürholz es discípulo de Ramírez Hoffman, el infame protagonista del último de los relatos -el mejor de todos- y de la novela ESTRELLA DISTANTE, mi primera incursión en el mundo Bolaño. Ya ven que tengo motivos para haber disfrutado esta lectura que de primeras había pensado más anecdótica que enriquecedora. Pero me he equivocado. Me equivoco tanto que ya ni me tengo en cuenta.
El mundo de policías, militares y espías, cuentas pendientes, viajes y asesinatos está siempre rodeado de literatura y es a menudo planteado literariamente y por motivos literarios. Bolaño fue poeta y llevó vida de poeta. Sus personajes también. Por eso se arrojan al vacío con la seguridad de que no van a quedar estampados contra el fondo o, en cualquier caso, sabiendo que si sucediese tal contrariedad quedaría al menos una bonita estampa, algo así como morir por la causa.
El libro se divide en catorce apartados, trece de los cuales hacen referencia al perfil de los escritores reseñados -sagas familiares, corrientes, nacionalidades, etc...- y uno, el decimocuarto, es un epílogo para monstruos -así llamado- en el que se nos facilita una relación de personajes, editoriales, revistas, lugares y libros que han de completar el manual -ya digo que siempre literatura-.
De entre las treinta biografías me han gustado especialmente la de Los Mendiluce, en el que la breve saga formada por la madre y dos de sus hijos evoluciona desde la poesía y la animación de las artes argentinas hacia la disputa de los hermanos por el legado materno (una revista literaria). Igualmente se puede observar la evolución política desde posiciones pragmáticas a otras de convencimiento absoluto en los extremos nazis. Ignacio Zubieta, colombiano de familia bien y talento innato que más parece pertenecer circunstancialmente a un ámbito político (y bélico) del que nada cuenta en sus obras literarias. Irma Carrasco, poetisa mexicana de vocación mística, se casa con un estalinista que la maltrata y del que no logrará despegarse en toda su vida. Del alemán Willy Schürholz ya he dicho que a día de hoy aún debería estar vivo y, además, le quedarían dieciocho años de vida. Discípulo de Ramírez Hoffman su visión artística es deudora de la de aquel y sus montajes poéticos nos recuerdan a las contemporáneas performances: "Apoyado en un equipo de excavadoras rotura sobre el desierto de Atacama el plano del campo de concentración ideal (...)". La reseña de Amado Couto, brasileño del cuarentaiocho, es concisa y contundente, en apenas tres páginas se nos cuenta la breve biografía de un continuador de Rubem Fonseca, al que piensa en secuestrar en un momento dado, como impulso a la obsesión comparativa que tiene respecto a su más admirado antecesor. Harry Sibelius me ha recordado al propio Bolaño en su gusto por la creación (y aún recreación) de personajes y de temas variopintos, así como su gusto por los wargames. Max Mirebalais, alias Max Kasimir, Max von Hauptmann, Max Le Gueule, Jacques Artobonito es el hombre de los mil nombres y así su obra se presenta bajo firmas distintas y se puede decir que es creador de creadores, de manera de conecta con el propio Sibelius por lo que ya he dicho y, por supuesto, con Hoffman, quien cierra el manual y que, como sabrán unos - también por los otros- es el personaje protagonista de la novela Estrella Distante, en la que también utiliza heterónimos, entre ellos el de Carlos Weider. Se trata de un personaje que lleva su idea de obra plástica y poética al extremo de la tortura y del asesinato. Y una diferencia importante que no es fundamental es que mientras que el capítulo aquí es narrado por el propio Bolaño el narrador de la novela es, sin embargo, Arturo Belano, lo cual no es exactamente lo mismo. Me pregunto si en algún otro título hay identificación entre ambos tan explícita como esta.
Finalmente, en el epílogo para monstruos están catalogados algunos de los más importantes personajes que confluyen con los reseñados en el diccionario. Se explaya algo en revistas como El Cuarto Reich Argentino y Pensamiento e Historia y, en fin, aún da la impresión de que podría seguir detallando su particular universo literario hasta el infinito. Con esta obra, la que le valió los primeros reconocimientos de la crítica, Roberto Bolaño convierte la circunstancia o la anécdota en tema de interés y, se podría decir, juega con los significados hasta hacer de una parodia de los diccionarios de autores un verdadero manual sobre el que me veo volviendo de vez en cuando, un diccionario de autores bolañescos.
Editorial, Anagrama, 2010.
25o páginas.
Pvp, 17 €.
Hace algunos días que he retomado a Bolaño. Me he decidido a continuar con esta obra tan curiosa que tiene estructura de diccionario pero que dista mucho de serlo, no ya sólo por su contenido -completamente ficticio- sino por el mismo estilo, que es el suyo ya conocido, y que tiene que ver mucho con la fabulación y casi nada con el tono didáctico de los manuales. Es un manual ficticio que los seguidores de Bolaño utilizaremos alguna vez. Bolaño sorprende menos con cada nuevo libro (que leo), porque uno se espera cosas así, y porque de todo sobre el chileno se puede leer por ahí, y de todo se oye. La Literatura Nazi En América es Bolaño en estado puro: una colección de 30 relatos biográficos, con estilo ligero y cautivador, en la que se proponen historias atractivas y en la que un dilema o una paradoja la recorren de principio a fin: en calidad de qué están relacionadas la ética y la estética, la moral y la literatura. Es un plantemiento que el lector no sólo puede hacerse sino que debe hacerse. No lo hace el chileno explícitamente, él se fija en la paradoja de quienes sumidos en ideas que para la mayoría de la gente son despreciables muestran una sensibilidad hacia la literatura que es despreciada por la mayoría. Que se me perdone el juego de palabras.
Para empezar tengo que decir que se trata de un diccionario que no existe, pues dos de los autores reseñados -Argentino Schiaffino y Willy Schürholz- aún no han muerto a pesar de que su biografía se presenta cerrada: el primero morirá en 2015 y en 2029 el segundo. Es decir este diccionario no lo puede haber escrito Bolaño, habrá que pensar que quizá lo escribirá Arturo Belano o alguien que aún anda vivito y coleando. Además, Willy Schürholz es discípulo de Ramírez Hoffman, el infame protagonista del último de los relatos -el mejor de todos- y de la novela ESTRELLA DISTANTE, mi primera incursión en el mundo Bolaño. Ya ven que tengo motivos para haber disfrutado esta lectura que de primeras había pensado más anecdótica que enriquecedora. Pero me he equivocado. Me equivoco tanto que ya ni me tengo en cuenta.
El mundo de policías, militares y espías, cuentas pendientes, viajes y asesinatos está siempre rodeado de literatura y es a menudo planteado literariamente y por motivos literarios. Bolaño fue poeta y llevó vida de poeta. Sus personajes también. Por eso se arrojan al vacío con la seguridad de que no van a quedar estampados contra el fondo o, en cualquier caso, sabiendo que si sucediese tal contrariedad quedaría al menos una bonita estampa, algo así como morir por la causa.
El libro se divide en catorce apartados, trece de los cuales hacen referencia al perfil de los escritores reseñados -sagas familiares, corrientes, nacionalidades, etc...- y uno, el decimocuarto, es un epílogo para monstruos -así llamado- en el que se nos facilita una relación de personajes, editoriales, revistas, lugares y libros que han de completar el manual -ya digo que siempre literatura-.
De entre las treinta biografías me han gustado especialmente la de Los Mendiluce, en el que la breve saga formada por la madre y dos de sus hijos evoluciona desde la poesía y la animación de las artes argentinas hacia la disputa de los hermanos por el legado materno (una revista literaria). Igualmente se puede observar la evolución política desde posiciones pragmáticas a otras de convencimiento absoluto en los extremos nazis. Ignacio Zubieta, colombiano de familia bien y talento innato que más parece pertenecer circunstancialmente a un ámbito político (y bélico) del que nada cuenta en sus obras literarias. Irma Carrasco, poetisa mexicana de vocación mística, se casa con un estalinista que la maltrata y del que no logrará despegarse en toda su vida. Del alemán Willy Schürholz ya he dicho que a día de hoy aún debería estar vivo y, además, le quedarían dieciocho años de vida. Discípulo de Ramírez Hoffman su visión artística es deudora de la de aquel y sus montajes poéticos nos recuerdan a las contemporáneas performances: "Apoyado en un equipo de excavadoras rotura sobre el desierto de Atacama el plano del campo de concentración ideal (...)". La reseña de Amado Couto, brasileño del cuarentaiocho, es concisa y contundente, en apenas tres páginas se nos cuenta la breve biografía de un continuador de Rubem Fonseca, al que piensa en secuestrar en un momento dado, como impulso a la obsesión comparativa que tiene respecto a su más admirado antecesor. Harry Sibelius me ha recordado al propio Bolaño en su gusto por la creación (y aún recreación) de personajes y de temas variopintos, así como su gusto por los wargames. Max Mirebalais, alias Max Kasimir, Max von Hauptmann, Max Le Gueule, Jacques Artobonito es el hombre de los mil nombres y así su obra se presenta bajo firmas distintas y se puede decir que es creador de creadores, de manera de conecta con el propio Sibelius por lo que ya he dicho y, por supuesto, con Hoffman, quien cierra el manual y que, como sabrán unos - también por los otros- es el personaje protagonista de la novela Estrella Distante, en la que también utiliza heterónimos, entre ellos el de Carlos Weider. Se trata de un personaje que lleva su idea de obra plástica y poética al extremo de la tortura y del asesinato. Y una diferencia importante que no es fundamental es que mientras que el capítulo aquí es narrado por el propio Bolaño el narrador de la novela es, sin embargo, Arturo Belano, lo cual no es exactamente lo mismo. Me pregunto si en algún otro título hay identificación entre ambos tan explícita como esta.
Finalmente, en el epílogo para monstruos están catalogados algunos de los más importantes personajes que confluyen con los reseñados en el diccionario. Se explaya algo en revistas como El Cuarto Reich Argentino y Pensamiento e Historia y, en fin, aún da la impresión de que podría seguir detallando su particular universo literario hasta el infinito. Con esta obra, la que le valió los primeros reconocimientos de la crítica, Roberto Bolaño convierte la circunstancia o la anécdota en tema de interés y, se podría decir, juega con los significados hasta hacer de una parodia de los diccionarios de autores un verdadero manual sobre el que me veo volviendo de vez en cuando, un diccionario de autores bolañescos.
"Putas asesinas" ya obra en mi poder. Mi debut con Bolaño está próximo. Ya te contaré.
ResponderEliminarHola Peri:
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado este libro. A mí me llamó mucho la atención.
Del último cuento se despredió "Estrella distante"; es que le había salido más largo a Bolaño y vio que de ahí podía hacer una novela.
Hay personajes en este libro que luego salen en otros. Recuerdo, aunque no muy bien, que sale un militar rumano que aparece también en 2666.
Tengo que releer a Bolaño.
saludos
Pues mira, Impenitente, que sepas que tengo recién empezado Putas Asesinas. Nos contamos, nos contamos.
ResponderEliminarEl primer libro que leí de Bolaño fue Estrella Distante, por recomendación de Pérez Vega, que precisamente anda ahora por aquí.
David, este... tienes que releer a Bolaño.
En el epílogo sale un personaje femenino, una actriz porno, que me recuerda a uno de los testigos de Detectives, una actriz porno de Berkeley llamada Susy Webster, y hay un montón de nombres que me suenan, como si ya los hubiese leído, quizá anden diseminados por sus cuentos...
Por cierto, hablando de releer, este libro me ha dado unas ganas tremendas de releer Estrella Distante, aunque al final me he enredado con otras cosas. Me parece que 2666 tampoco va a ser este año, y mira que le tengo ganas...
Un saludo a los dos.
Hola:
ResponderEliminarEstrella distantes es en realidad el único libro que he releído de Bolaño.
Pero le tengo ganas a los Detectives Salvajes y a los cuentos. Los 5 primeros de Putas asesinas me parecen impresionantes.
saludos
David
Hola, David.
ResponderEliminarSólo he leído los dos primeros. A mi también me ha gustado mucho el del Ojo Silva. Gómez Palacio ha sido un cuento que me ha prometido todo el tiempo cosas que no me ha dado: resultado impecable, como siempre, en la creación atmosférica, pero creo que no he cogido el tono del narrador (protagonista). Quizá lo relea después de terminar el libro , que esto sí que es algo que me gusta hacer con las colecciones de cuentos: retomar alguno de ellos (por motivos dispares, aunque normalmente porque me han gustado más que los demás).
Hasta luego.
Hola:
ResponderEliminarA mí Gomez Palacios me gustó mucho, y lo leí más de una vez: siemrpe hay algo que no te cuentan. El protagonista está paranoico porque lo persigue alguien, se despierta soñando con algo, y cuando ya con la chica (recuerdo a medias) le va a adelantar un coche y se agobia porque puede ser su mujer, pero puede ser la policia o los matones que le persiguen. Gómez Palacios es un cuento sobre la angustia del hombre perseguido en México que trata de ocultarse en una ciudad perdida.
Aunque mi favorito creo que es "Últimos atardeceres en la Tierra"
saludos
al decir "su mujer" quería decir "su marido"
ResponderEliminarDe entre los cuentos que llevo leídos mi favorito también es "Últimos atardeceres en la tierra". Me ha impresionado y me ha recordado a Borges: creo que he leído algún cuento suyo que también se recrea en los momentos previos a una pelea (más bien entre gauchos). En cualquier caso la crónica de esos días vacacionales de B y su padre me ha parecido excepcional y el desenlace soberbio.
ResponderEliminarGracias por la interpretación de Gómez Palacio. Lo tendré en cuenta.
Salud y buenos alimentos, David.