Editorial: Anagrama (compactos), 2003.
200 páginas
Pvp: 7, 50 €.
Bueno, por fin encuentro el momento para escribir esta reseña. Apenas logro hablar con el librero últimamente, que anda ocupado en menesteres del todo dramáticos, bastante cómicos -sea dicho-, y de lo más literarios... pero yo estoy aquí para hablar de mi libro: Putas Asesinas, colección de trece cuentos con un tema en común: el exilio chileno, los chilenos por el mundo que confluyen en el propio Bolaño, inmigrante en México durante algunos años y, como los propios personajes de sus cuentos, poeta itinerante.
Es cierto que el tema de los exiliados chilenos no es omnipresente, aunque esto es una perogrullada: los temas en Bolaño están ausentes, es una de sus características: a menudo esconde lo que trata de resaltar. Sin embargo, trato de decir que no es el del exilio chileno tema central de todos sus cuentos, aunque sí parece razón principal del libro. A parte de literatura, claro. Desde luego la literatura es protagonista absoluta de los últimos cuatro cuentos: DENTISTA, que desemboca en los relatos que de un pobre chaval de los suburbio lee el protagonista; FOTOS, en el que Arturo Belano repasa las imágenes y la biografías -imaginadas- de poetas franceses en una aldea africana, en una suerte de experiencia vital íntima; CARNET DE BAILE, en el que Bolaño aparece sin pelos en la lengua -presumo que Bolaño sin miedo a equivocarme- en el que ofrece una lista de escritores preferidos y denostados, y de la que sale especialmente perjudicado Pablo Neruda; y ENCUENTRO CON ENRIQUE LIHN, cuando este ya está muerto en una suerte de homenaje más bien surrealista en el que también aprovecha para ajustar -literariamente- algunas cuentas.
Los cuatro cuentos centrales tratan temas propios desde mi punto de vista. Fútbol y magia en BUBA; el protagonista de EL RETORNO está muerto y sufre la visión de su cuerpo a través del desdoblamiento del alma, y de lo que con él hace un diseñador llamado Villaneuve; en PUTAS ASESINAS Max apenas puede creer que se encuentre en una posición tan delicada tras intimar sexualmente con una puta que acabará matándolo; y PREFIGURACIÓN DE LALO CURA es un cuento en el que podemos leer al Bolaño que tan bien se desenvuelve en tramas que si bien no pueden llamarse policiales o de género negro si deben, en buena medida, ser leídas en esa clave pues sus personajes andan metidos en asuntos lo suficientemente feos como para que se los considere propios del género. Pero en Bolaño estos relatos son más psicológicos: a menudo el drama está en los elementos triviales y las circunstancias extraordinarias que los rodean son más bien el aliño necesario para caracterizarlos.
Además he encontrado un tema común para estos cuentos centrales, un tema que caracterizaría este bloque de cuentos por la desubicación de sus personajes. Digamos que veo cierto sentido en la colección que iría desde el exilio chileno en los primeros hasta el asentamiento de los últimos, de la mano de la literatura, y que es más bien falso por cuanto que también en ellos prima un ambiente desangelado: cabría decir resignación, y al escribir esto aún me viene a la cabeza Belano llorando mientras mira las fotos de poetas a los que no lee.
Así que llegados a este punto he de decir que han sido los primeros los que más me han gustado. El exilio y la huida son casi la misma cosa, se mezclan en hechos que no se suceden necesariamente pero que pueden hacerlo y el contexto habitual para contarlos es México. EL OJO SILVA es el relato estremecedor del hombre que así se llama y que cuenta al narrador real, nuestro protagonista, de manera que se crean dos planos, dos cuentos que se cierran a la vez, con las últimas palabras del Ojo; GÓMEZ PALACIO es un cuento que me pasó más bien despercibido la primera vez, y en el que el protagonista no puede escapar de su propia sensación -condición- de perseguido; ÚLTIMOS ATARDECERES es también para mi el mejor relato, el que más me ha hecho disfrutar, y en él el protagonista y su padre, ambos chilenos exiliados en México D.F, pasan unas vacaciones en Acapulco en las que Bolaño se deja entrever como el propio protagonista que es, en realidad, secundario de los hechos que protagoniza su padre, ex boseador, en una historia que no he podido dejar de ver como liberadora o catártica a pesar de que en ella se nos anuncia el desastre; DÍAS DE 1978 arranca en una fiesta de exiliados chilenos en Barcelona en la que el protagonista conoce a U, en un relato ciertamente inquietante; y en VAGABUNDO EN FRANCIA Y BÉLGICA, el protagonista sigue las huellas de un poeta desconocido y llamado Lefebvre que encontrará en una revista que cae en las manos del narrador, del cual si bien no se nos dice que sea ni chileno ni exiliado bien pueden presumirse ambas cosas.
Hola, a mí también me sorprendieron los relatos de Bolaño, junto a Putas asesinas, Llamadas telefónicas y El gaucho insufrible. Coincido plenamente en el carácter casi de oralidad que tienen sus cuentos, que, efectivamente, parecen improvisados, contados sobre la marcha y con una sencillez extrema. Me encanta también el regusto que dejan siempre de melancolía, de historia inacabada y abierta. Y todo ello con gran economía narrativa. El manejo de los diálogos me parece magistral. Para mí cambió mucho Bolaño la imagen tradicional del relato (ese punto de suspense, de condensación, incluso de sorpresa que se le presupone al buen relato paradigmático). Aun así, sus novelas me parecen mucho mejores. Inigualable Los detectives salvajes, o 2666.
ResponderEliminarSaludos
Después de leer tu entrada estoy por releerme el libro. En mí no ha calado tanto. Bien es cierto que tengo la piel más dura que tú y no soy tan permeable. Ni tan sagaz en las apreciaciones.
ResponderEliminarHe de decir que me he quedado un tanto despagado. No me ha disgustado, pues es un buen narrador (como dices parece más bien un orador que, además, estimula a la escritura al lector) pero quiza esperaba más. La culpa supongo será mía por haber elevado el listón de la expectación. Me gustaron, y mucho, "Dentista", "El retorno", "Buba", "Prefiguración de Lalo Cura", "Putas asesinas" y "Días de 1978". El resto, o bien no entré en el juego de los ajustes literarios de Bolaño o de sus alardes (reales o inventados) de conocimiento poético, o bien me parecieron ejercicios de estilo o bien pienso que eran buenas ideas que podrían haber sido mejor aprovechadas ("El Ojo Silva"). El caso es que Bolaño bien pero no tanto, aunque sí para seguir indagando y leyéndole.
Hola, Ehrengard. De acuerdo básicamente con lo que dices, pero apunto: no he leído 2666, se me ha metido en la cabeza dejar esta novela para el final y, además, no sé por qué narices se me ha metido en la cabeza que me va a decepcionar. Creo que tiene que ver con el hecho de lo que lo escribiera con la principal pretensión de asegurar el futuro económico de mi familia. Bueno, son prejuicios: estoy lleno.
ResponderEliminarOtro apunte que necesito hacer respecto a lo que dices es que no estoy tan seguro de que sea mejor novelista que cuentista.
Hola, Impenitente. Personalmente leí algunos de los primeros cuentos al acabar el libro y han mejorado bastante, más que nada, porque me han parecido cuentos bastante diferentes de los otros que había leído de él (Llamadas Telefónicas) y anduve unas cuantas páginas desorientado. De entre los que más te han gustado me quedo con El Dentista y Días de 1978. Espero, en cualquier caso, que te haya estimulado como escritor. Ya sabes... no es que te haga mucha falta...
Hola Peri:
ResponderEliminarme alegro que te gustara este libro.
Creo que el de "últimos atardeceres en la Tierra" también es mi favorito.
Me ha gustado la conclusión de que Bolaño escribía de corrido, yo creo que es aparente y que estaba muy trabajado.
saludos
Hola, David. Te contesto ahora, que ayer no pude.
ResponderEliminarRespecto a la sensación de oralidad que Bolaño consigue en sus relatos -lo ha expresado bien Ehrengard- pienso que más que tratarse de un trabajo que depura en cada obra se trata más bien de un técnica que debía de tener ya muy depurada debido a su larga experiencia como escritor -compulsivo, según afirmaba-, también gracias a un talento fuera de toda duda.