lunes, 27 de febrero de 2012

Apuntes. El Norte.

He de decir que dependo de la crítica especializada, y además radicalmente. Trato de aprender de los que más saben y a veces me permito el lujo de mostrarme en desacuerdo. Pero aún en este caso mis reseñas dependen de sus estudios: me dejo condicionar porque me fio de los profesores, de los anotadores de oficio, los que ayudaron y ayudan al lector a disfrutar las obras que generación tras generación merecen la pena.

Todo esto viene al caso de un debate que he pescado no muy lejos de aquí. Este surgía a raíz de una entrada de Alberto Santamaría. De ella saco como conclusión que  tanto la crítica como la reseña kitsch son ejercicios reaccionarios por cuanto que retoman los criterios de la crítica literaria conservadora aunque traten de esconderlo bajo formas innovadoras. No sé qué opinión les merece ni si están de acuerdo con mi interpretación de la entrada. Ni si les interesa.

El primer objetivo de este blog fue el de hacer una labor de animación a la lectura. Es decir, se me encargó iniciar, explicar por qué merece la pena acercarse a ciertos títulos. ¿Se ha logrado? Creo que no. He llegado a esta conclusión porque me he hecho una pregunta pertinente y que, sin embargo, no tenía cabida en los últimos tiempos. Surgió al contemplar este debate que me ha hecho reflexionar sobre el espacio que administro. Digo que se fue perdiendo el Norte, y que 2012 me parece un buen año para recuperarlo. Están avisados. El librero también.

5 comentarios:

  1. O a lo mejor, y con cariño, debieras rebajar el nivel de tus pretensiones. Para mí el blog es una herramienta que sirve para divertirme. Y el hecho de pensar y escribir mis entradas me divierte mucho y mientras sea así, seguiré escribiendo en el blog. El resto, bienvenido sea, pero lo primero y fundamental, divertirme.

    Hagas lo que hagas, estaré aquí para leerlo. Avisado quedo.

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  2. Sí, a lo mejor es que últimamente no me divierto tanto pero, vaya, quizá mi forma de divertirme sea un tanto pretenciosa. A ver qué te parece...

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  3. ¿A ti te parece que esta parrafada (sic) "saco como conclusión que tanto la crítica como la reseña kitsch son ejercicios reaccionarios por cuanto que retoman los criterios de la crítica literaria conservadora aunque traten de esconderlo bajo formas innovadoras" está orientada a animar a la lectura? A mi, no.

    ¿El objetivo del blog debe ser animar a la lectura (más lectura, más venta, bien pensado, librero...), complacer el ego intelectual del autor o ser un espacio de expresión personal (sobre el poso que te dejan los libros)?

    En cualquier caso, no lo dejes (ni vuelvas a concluir estupideces como la del primer párrafo, a menos que quieras animar al vómito :D )

    Be clear, my friend

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  4. Coño, Zorro, cuánto tiempo.

    Ya, es que me tomo la entrada como punto de inflexión. Ya verás qué fiesta a partir de ahora.

    Por cierto, no vendrás con ganas de dar guerra, ¿no? Pues te advierto de que estoy haciendo ejercicio ¡FÍSICO!

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  5. Nada de dar guerra. Era expresión franca, sin pasarla por el tamizador de la buena educación. Perdona lo del vómito. A mí me dan arcadas cada vez que leo palabrotas...
    Quería ayudarte en tu reflexión, y decantarme en contra del camino de la crítica intelectual, por muy "in" que esté lo "kitsch", lo "fraü" y lo "cool". Prefiero lo "pendehón", si es que lo llegamos a poner de moda.
    Y, déjalo: a poco de ejercicio que hayas hecho, ya puedes conmigo. Soy un sedentarista temporal indefinido. No engordo, pero el culo lo tengo como sandía japonesa. Cuadrao.
    ¡Para guerras estoy yo! CAlla, calla...

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Comentarios.