domingo, 15 de agosto de 2010


primer paseo por los rincones de Olmedo






s e i s








Ángel y musa vienen de fuera; el ángel da luces y la musa formas. (Hesíodo aprendió de ella.) Pan de oro o pliegue de túnica, el poeta recibe normas en su bosquecillo de laureles. En cambio, al duende hay que despertarlo en las últimas habitaciones de la sangre. Y rechazar al ángel, y dar un puntapié a la musa, y perder el miedo a la sonrisa de violetas que exhala la poesía del XVIII y al gran telescopio en cuyos cristales se durme la musa, enferma de límites.




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autor
Federico García Lorca

(pasaje)

libro
Conferencias: Juego y teoría del duende.

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