jueves, 4 de noviembre de 2010

Nº 25

Estamos ocupados por aquí. Aunque nadie se lo crea asoma la navidad en cada catálogo comercial, ya sea papelero o librero, aunque sea fotocopista. Tanto da, se están encendiendo las mechas, cada año más largas, y han de prepararse para el bombardeo. De momento cajas repletas, me dice el de la librería, llenas hasta casi reventar, una cantidad de libros imposible de administrar con eficacia. Qué hacer: selección. Hoy seis títulos.

Pilar Donoso es hija del escritor chileno José Donoso, autor de CORONACIÓN, TRES NOVELITAS BURGUESAS y LAGARTIJA SIN COLA, entre otras. Ahora ella saca una biografía del padre titulada CORRER EL TUPIDO VELO, en Alfaguara, 440 páginas, 18, 50 euros. Empieza así:

Palabras preliminares.

Han pasado diez años desde la muerte de mi padre y su sombra aún deambula por todas partes: al caminar por las calles, al abrir un clóset, al subir la escalera, al mirar al horizonte.
Una vez este padre tan presente me dijo:
- Uno logra ser uno mismo cuando los padres se mueren.
Qué mentira. No ha sido así en mi caso; ahora he tenido que hacerme cargo de su vida mucho más que cuando vivía.
No puedo liberarme de su cadena opresora. ¿Será yo también un personaje de sus novelas? La ficción y la realidad vuelven a mezclarse, como cuando era una niña y pude creerle, por mucho tiempo, que los yogures colgaban de los árboles y que había unos con sabor a frutilla y otros a durazno; o que, al hablar de una persona cualquiera, yo podía llegar a creer que era una tía muy lejana que venía a visitarnos; o bien que un personaje de una de sus novelas era un amigo de su infancia.
En mi casa era imposible diferenciar esa línea tenue entre la ficción y la realidad, y aún ahora me cuesta distinguirla. Al leer sus diarios no puedo sino confirmar que él, más allá de su arte como novelista, tenía una seria disfunción respecto de la realidad.
Leo y releo y reconozco tantas cosas... me río, lloro, me enrabio, perdono, vuelvo a llorar; me decepciono, lo enaltezco y nuevamente lo perdono porque lo quise inmensamente.
Ser padre es algo normalmente impuesto; él, en cambio, tomó esa opción, me adoptó y me dio generosamente aquello que, como padres, a veces nos negamos por no habernos liberado de nuestras propias historias.
Ante todo, mi padre era escritor. Cuando los días en que la muerte ya no pertenecía al mundo de la fantasía -su presencia lo rondaba por la casa de Galvarino Gallardo- (...)

También como biografía hace unos días que llegó FELIPE II, el tocho de Geoffrey Parker, y por el que hace ya bastante tiempo que preguntaron al librero. Pues bien: casi mil cuatrocientas páginas, a unos tres céntimos cada una Edita Planeta. Traduce Victoria E. Gordo del Rey.

Siguiendo con el tema divulgación por la tienda ha aterrizado LA EDUCACIÓN DEL TALENTO, de José Antonio Marina, sobre la educación y el aprendizaje, elinicio de una biblioteca cuyo valor ya se vera y, quién sabe, puede que se comente por aquí en próximos días. De momento: edita Ariel, 190 páginas. 16 €.


Y por cerrar esta sección, la de ensayos y divagaciones, quiero reseñar la obra de H.P Lovecraft EL TERROR EN LA LITERATURA, que empieza así:

Introducción.

La emoción más antigua y poderosa de la humanidad es el miedo, y la clase de miedo más antigua y poderosa es el miedo a lo desconocido. Pocos psicólogos discutirán estas afirmaciones, y su verdad reconocida debe establecer por todos los tiempos la autenticidad y la validez de la historia de terror sobrenatural como firma literaria. En su contra se disparan todas las flechas de la sofisticación materialista que se aferra a las emociones más comunes, a los sucesos externos y a un idealismo insípidamente inocente que menosprecia el motivo estético y aboga por una literatura didáctica para "elevar" al lector hacia un grado apropiado de optimismo auotsatisfecho. Pero a pesar de esta oposición, la historia sobrenatural ha sobrevivido y se ha desarrollado alcanzando notables niveles de perfección; fundamentada como está en un profundo y elemental principio cuyo atractivo, si no siempre universal, sí necesariamente conmovedor y permanente para las mentes que cuentan con la sensibilidad indispensable.
El atractivo de lo macabro, desde un punto de vista espectral, generalmente es limitado puesto que exige del lector un cierto grado de imaginación y una capacidad para desligarse de la vida cotidiana. Son relativamente pocos los que cuentan con la libertad suficiente respecto al influjo de la rutina diaria como para responder a las llamadas del exterior; no obstante, (...)

(Por cierto: edita Planeta, 151 páginas, 16, 50 euros. Traduce Gabriela Ellena Castelloti)


Termino con tres obras estrictamente literarias. La primera es CUENTOS COMPLETOS, de la serie que Alfaguara viene publicando últimamente, esta vez de la belga Marguerite Yourcenar (1903-1907). Algunas de sus novelas más cdonocidas son MEMORIAS DE ADRIANO, OPUS NIGRUM y EL TIRO DE GRACIA. El volumen que presento recoge sus cuatro libros de cuentos: CUENTO AZUL, FUEGOS, CUENTOS ORIENTALES y COMO EL AGUA QUE FLUYE. Hcen un total de quinientas treinta páginas. Se puede comprar, al menos en Olmedo, por veintidós euros. Traducen Mª Fortunata Prieto-Barral y Emma Calatayud.

Novedad aparentemente interesante es la del escritor estadounidense Dave Eggers que relata en ZEITOUN la historia de este héroe anónimo, con nombre de pila Abdulrahman, que navegó, durante los días que siguieron al paso del huracán Katrina, por las calles inundadas de Nueva Orleans en una vieja canoa, ayudando a sus vecinos. Una semana más tarde fue arrestado y acusado injustamente de pertenecer a Al Qaeda. Yankilandia tiene estas cosas. Trescientas treinta páginas. Veintiuno con noventa euros. Publica Monadori. Traduce Cruz Rodríguez Juiz. Primera página:

Viernes, 26 de agosto de 2005.

En las noches sin luna, los hombres y muchachos de Yabla, una polvorienta ciudad pesquera de la costa de Siria, cogían los faroles y zarpaban en sus barcas más silenciosas. Cinco o seis embarcaciones pequeñas con dos o tres pescadores cada una. Una milla adentro, disponían las barcas en círculo en el negro mar, largaban las redes y, sosteniedo los faroles por encima del agua, emulaban a la luna.
Al poco rato, los peces, sardinas, empezaban a congregarse y formaban una masa plateada que emergía despacio desde las profundidades. Los peces se sentían atraídos por el plancton y el plancton po rl aluz. Empezaban a girar como una cadena de eslabones sueltos y durante una hora seguían llegando cada vez en mayor número. Los huecos negros entre los eslabones plateados iban cerrándose hasta que los pescadores solo veían una masa salida de plata girando bajo el agua.
Abdulrahman Zeitoun tenía sólo trece años cuando empezó a pescar sardinas así, con el método conocido como la lámpara y adoptado de los italianos. Había esperado años para sumarse a los hombres y adolescentes de las barcas nocturnas, años que había dedicado a hacer preguntas. ¿Por qué sólo en noches sin luna? Porque, le explicó su hermano Ahmad, las noches de luna llena se veía plancton por todas partes, extendiéndose por todo el mar, y las sardinas descubrían y devoraban sin problemas aquellos organismos relucientes. Pero las noches sin luna los hombres podían fabricarse una luna y atraer a las sardinas a la superficie en concentraciones asombrosas. Tienes que verlo, le contó Ahmad a su hermano pequeño, no has visto nada igual.
Y cuando Abdulrahman vio por primera vez a las sardinas girando en la negritud no podía creerlo, no alcanzaba a creer la belleza de aquella órbita plateada ondulando bajo la luz blanca (...)

Y ya saben: piquen en las imáginas si desean ampliar su navegación literaria.

2 comentarios:

  1. Hola
    El de Lovecraft tengo ganas de leerlo, después de lo que disfruté de su narrativa completa.

    saludos

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  2. Bien, David, tu bagaje de lecturas es impresionante. A Lovecraft lo conozco de vista. Cualquier día...

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Comentarios.