miércoles, 29 de diciembre de 2010

NOCTURNO DE CHILE


Título, Nocturno de Chile.
Autor, Roberto Bolaño.
Original de 2000.

 Editorial, Anagrama.
150 páginas.
Pvp, 15 €.


Es este un libro que se lee de corrido porque no hay capítulos y en el que se habla con la voz de Sebastián Urrutia Lacroix, chileno de ascendencia francesa y vasca, conocido también como el cura Ibacache y que en un momento de debilidad en el que se siente morir da un repaso a su biografía,  entre grave y dudosa, quizá tratando de justificarse y puede que sin sentir la necesidad de hacerlo, para explicar algunos capítulos importantes. Aunque el hecho de que este hombre sea un cura da a esta historia aire de confesión.

Fue leyendo ESTRELLA DISTANTE como tuve un primer contacto con este personaje. En aquella ocasión el narrador, no confeso, era Arturo Belano y sus vidas se cruzaban en algún momento de la historia. Ya entonces pude saber que Ibacache es un reputado e influyente crítico literario que, sinceramente, no recuerdo que trabajo realizara entonces. Lo que aquí se cuenta es su formación personal, desde que dijera a sus padres que quería hacer carrera religiosa hasta que volviera un día a casa de María Canales, un personaje tan atractivo como siniestro, al que el cura termina por recomendar que rece, sin más.


Sebartián Urrutia conoció a Farewell, crítico del momento, en la fonda a la que fue invitado por este. Allí conoció, además, a Pablo Neruda, a cuyo entierro podrá asistir el lector más adelante. Las historias que el cura viviera en primera persona y las que le cuentan se van sucediendo como crónicas artísticas y políticas o filosóficas. El tono no abandona cierto aire humanista precisamente porque sólo (qué gran invento la tilde en este adverbio) manteniéndolo se puede ahondar en las cuestiones peliagudas. La historia de María Canales es paradigmática: programaba reuniones literarias en su casa de Santiago, la misma casa donde su marido torturaba a presos políticos, contrarios al régimen de Pinochet, el general que tomara las riendas de una "tierra fértil donde nuestros gusanos miden 40 cm."

Como siempre, abundan los pasajes que hablan de literatura (en un de mis notas tengo puesto que me entraban unas ganas tremendas de releer a alguno de los filósofos griegos, preferentemente presocráticos), y se podría decir que lo más característico de esta novela es su estilo. Sobre esto debo decir que por momentos me ha parecido poético o, incluso, lírico pero pensé en ello con cierto detenimiento y he llegado a la conclusión de que se debe a la retórica (habitual) de los curas católicos. Seguramente  también a esto se deba al tono humanista al que hacía referencia. Como a ello hay que añadir que buena parte de las historias relacionadas con el Chile más oscuro son, cuando menos, inquietantes, pues el resultado es cautivador y hasta escalofriante según los pasajes. Como se trata de un relato (de relatos) corto resulta, además, contundente, directo.

Bolaño se desentiende de las maneras habituales y se decide por un texto en el que la fábula (véase la historia maravillosa del zapatero, al más puro estilo europeo, o al general Pinochet tomando clases de marxismo con el propio cura) sustituye al realismo para lograr una sensación de inquietud, pesimismo e, incluso,  desprecio ante aquel trozo de la historia chilena que difícilmente se hubiera conseguido entrando a dirimir la cuestión  del porqué de algunas tristes vidas verdaderas.

Estoy pensando mientras hago esta reseña que, quizá, lo relea en los próximos días. A lo mejor me comento. A ver si estoy de acuerdo...

2 comentarios:

  1. Hola:

    No recordaba que Sebastián Urrutia apareciera en Estrella distante.
    Lo que sí me soprendió mucho fue darme cuenta, cuando fui a escuchar a Raúl Zurita, en la Librería Hispanoamericana, que está basado en un personaje real, cura, poeta y crítico literario, que aún vive, llamado José Miguel Ibáñez Langlois.

    saludos

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  2. Hola, David.

    Pues sí, leer a Bolaño tan de corrido me está permitiendo percatarme de estos detalles.

    En el capítulo tres de ESTRELLA DISTANTE nos dice el narrador, Belano, hablando de la carrera literaria de Carlos Wieder:

    "Una carrera que por aquellos días, los días de las exhibiciones aéreas, recibió el espaldarazo de uno de los más influyentes críticos literarios de Chile (algo que literariamente hablando no quiere decir casi nada, pero que en Chile, desde los tiempos de Alone, significa mucho), un tal Nicasio Ibacache, anticuario católico de misa diaria aunque amigo personal de Neruda y antes de Huidobro y corresponsal de Gabriela Mistral (...)"

    Y aún entra en bastantes más detalles sobre Urrutia. La verdad es que el mundo Bolaño es muy rico, muy entretenido, tiene lecturas variopintas. En la edición de Compactos este pasaje empieza en la página 44, auqnue puede que el cura aparezca en alguno más.

    Por cierto, sabía que Farewel, el crítico literario conocido como Alone estaba basado en un personaje real, pero desconocía que también lo estuviera el propio Ibacache.

    Salud y buenos alimentos.

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Comentarios.