sábado, 2 de febrero de 2013

La España de Franco


Manuel Chaves Nogales, entre 1938 y 1939.
Almuarza, 2012

154 páginas.
15, 95 €.

Cuando Chaves Nogales (Sevilla 1897- Londres 1944) abandonó España en 1936 lo hizo con el triste convencimiento de que la guerra que comenzaba realizaría una selección terrible con los españoles, acabando con las personas de mayor valía del país. Este periodista que llevaba años escribiendo sobre los abusos y crímenes de la  Rusia bolchevique así como de los regímenes fascistas consideraba que son los más ineptos -políticamente hablando- quienes salen beneficiados de las grandes tragedias humanas que, por otro lado, jalean y provocan.

Fue Redactor jefe de El Heraldo y director de Ahora, firmó los títulos "La vuelta a Europa en Avión", "La bolchevique enamorada", "Lo que ha quedado del imperio de los zares", "El maestro Juan Martínez que estaba allí" y es concido, sobre todo, por los reportajes que realizó en La Estampa sobre el torero Juan Belmonte. Que era un buen divulgador, de estilo ameno y didáctico, lo he podido comprobar por mi mismo con estos textos que casi se leen solos.

Lo que aquí se recoge es una recopilación formada por dieciséis artículos que escribió para el periódico parisino L´Europe Nouvelley en los que analiza la guerra que evolucionó a partir de los hechos que comenzaron alrededor del 18 de julio de 1936, pero echando la vista atrás al menos dos años puesto que el primer artículo data del 30 julio de 1938. El último se publicó en septiembre de 1939, cinco meses después de que Franco anunciara la victoria de los rebeldes a la República.

En esta serie de artículos Chaves Nogales hace hincapié en el internacionalismo del conflicto, por el cual la guerra civil española es poco más que un pequeño movimiento entre los muchos que se estaban llevando a cabo en Europa y que formaban parte de una partida mucho más grande, protagonizada por la amenaza de los totalitarismos al resto del continente (1). En este sentido resulta especialmente recalcitrante el coste de vidas humanas que supuso el conflicto español, una especie de estúpido para nada que costó cientos de miles de víctimas.

Para mi el valor de sus artículos reside, sobre todo, en la inmediatez del análisis, en una implicación que es relativa dado el exilio del autor pero que supone una visión suficientemente cercana. Así no deja pasar por alto  otros temas directamente relacionados, como el de la restauración monárquica, que ya ve imposible con Franco como vencedor, según artículo del 1 de enero de 1939; la necesidad  del General de que hubiera dos Españas (2) o, por ejemplo, el tradicional papel que Alemania ha jugado en las acciones políticas de España, encandilándola con sus cantos de sirena ya desde la Gran Guerra.

Otras tesis que defiende son  el del proyecto de Franco como antiespañol, pues deja de lado sus elementos tradicionalistas (liberales, monárquicos, requetés) cuando no los absorbe en provecho de la falange, cuyo ideario político considera más bien nulo, inexistente más allá del totalitarismo. Complementando esta idea concluye también que la resistencia se apoyó en el comunismo como una manera de no susumbir a las fuerzas totalitaristas internacionales, según artículo del 18 de marzo1939. Eso, sin embargo, derivó en una polarización mayor del conflicto hacia los totalitarismos, aunque hacia el final del mismo y coincidiendo también con el comienzo del la 2ª Guerra Mundial el acuerdo de no agresión entre Alemania y la URSS supusiera la última burla de Hitler, Mussolini y Stalin a un país que ya estaba desangrado.

Otros nombres propios como los de Martínez Anido, los Primo de Rivera, el ahora Rey Juan Carlos -presentado como poco menos que el príncipe de los requetés-, los generales Queipo de Llano y Yagüe, Serrano Suñer y un interesante etcétera ayudan a ilustrar la visión de Chaves Nogales. Por terminar, diré que he echado de menos su visión de los últimos meses de la República, de la que cuenta más bien poco. Pero, en fin, ya dije que lo mío es proyecto a medio plazo porque quiero leer a más autores de la época, y este primer libro me ha parecido muy interesante. Así que la cosa ha empezado bien.


En el original
(1) Franco no ha creído nunca ni en España ni en los españoles. Él cree en sus harcas marroquíes, en los italianos, en los alemanas y en la legión extranjera. 10-09-1938

    Cuando, en 1936, los generales se alzaron en rebelión, no pretendían sino hacerse con el mando de la República para después gobernarla. El fracaso de su golpe de Estado indujo a los militares a pedir la ayuda del fascismo italiano y después del nacional-socialismo alemán. 04-03-1939

(2) Si la guerra no hubiese desembocado en la división de España en dos castas, la de los amos y la de los esclavos, sino en todo lo contrario, en un intento de integración nacional, a Franco le habría sido completamente imposible seguir con su insensata empresa de erigir en el suroeste de Europa un estado guerrero, hostil a las potencias occidentales; algo que en definitiva no es el objetivo de la propia España sino de potencias totalitarias. Una verdadera paz entre los españoles sería fatídica para tal propósito. Una España que viviera en un régimen normal y civilizado no podría permanecer hostil a los países que se sitúan en su misma órbita geográfica.



4 comentarios:

  1. Ahora que te he leído recordé que me leí la biografía de Juan Belmonte que escribió Chaves Nogales. Fue hace muchos años. Es extraño. De los toros, como del boxeo, siempre me gustó leer, tanto crónicas como biografías. Sin embargo apenas he visto corridas de toros y combates menos todavía. Literatura y realidad.

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  2. Bueno, Chaves Nogales fue más conocido por esa obra que tú leíste que por sus crónicas políticas, que parece que ahora se toman en serio y hay varias editoriales que las están publicando. A mi las corridas de toros, la verdad, me resultan desagradables de ver, pero no los combates de boxeo, que últimamente estoy encantado con las retransmisiones de Marca. Pero no leo crónicas. No es una postura predeterminada, pero lo cierto es que no lo hago.

    Literatura y realidad, ¿eh? Tú quieres polémica...

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  3. Acabo de terminar "bajo el signo de la esvástica" de Chaves Nogales y me ha gustado su sobriedad, su claridad al exponer. Un buen complemento con Xammar, Camba,... todos ellos magníficos.
    Un saludo desde Berlín

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  4. Pues me alegra que también tú estés leyendo a Chaves Nogales, así podremos ir hablando si te apetece. De momento yo tengo en la lista un par de títulos que comentaré por aquí.

    ¡Un saludo!

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Comentarios.