Bien, uno siempre se sienta sobre la butaca con la ilusión propia de la expectativa que, esta vez, Benjamín se había ocupado de alimentar sobradamente. Caras conocidas en el dossier informativo: Isabel Ordaz, Itziar Mirando y Tomás de Estal, quien -mira por donde- no participaba de la función que yo vi. Sustituido y, por tanto, cara nueva para mi, tan nueva como la del otro actor: Alberto Amarilla, Lucas en la obra y que llevó a cabo un magnífico papel, el del acomplejado hijo de Teté con quien vive a solas hasta que recibe la visita de su hermana Lucrecia.
Digamos que tras los avisos al público baja la luz de sala y se enciende el escenario: Teté y sus dos hijos comen en un restaurante. Es el cumpleaños de Lucas. Lucrecia está de visita tras años de ausencia durante los cuales la familia prácticamente se ha desintegrado, viene a pedir cuentas pero ni su madre quiere perdonarle un pasado del que tampoco aparece libre de culpa ni su hermano es capaz de tomar parte por una de las dos: no puede perjudicar a su madre y, a la vez, está tratando de librarse de ella como referente absoluto.No sé si van viendo la comedia.
Ahora mi amigo Benja y yo estamos interesados en este autor, Spregelburd, del que prácticamente no hay nada editado en España, para nuestras francacheladas. Intentaremos ir leyendo algo. A ver si puede ser.
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