Terminó el 2013 y, sinceramente, tengo la sensación de que se ha ido por el sumidero y arrastrando mierda. Entre sus cosas buenas dejó poco más de una veintena de lecturas hispánicas, a mayores de Bernhard, Chéjov, el shakespeare de todos los años -¿por qué aún no he leído Romeo y Julieta?- y últimamente Tolstói. Me llama la atención también que apenas he leído nada de nuestro siglo de oro, tan sólo un Lope y un Calderón. Mi buen sobrino Álvaro me ha prestado a Bukowski y lo leo a ratos, y digo que está muy bien para conciliar el sueño... en fin, este año me he dado más al picoteo y lo he pasado bien leyendo. Como todos los años pongo por aquí mis mejores lecturas hispánicas, aunque lo haré -como hacen otros colegas blogueros de los que aprendo- por orden cronológico para evitar estar pensando demasiado en el orden ideal. Otras de las extrañas circunstancias es que mi mejor lectura de 2013 está sin terminar y no es hispánica: ANA KARENINA me está gustando tanto que si no fuera porque tengo ya muchas lecturas pendientes preferiría que no se acabara nunca. Por cierto, que sin terminar se quedó LA SAGA DE JB, de Torrente Ballester, una novela que me estaba gustando pero que se me cruzó en su última parte, como vuelta de rosca innecesaria del autor que incluso me hizo enfadar. Para raro uno.
- LA ESPAÑA DE FRANCO, de Manuel Chaves Nogales.
- 2666, de Roberto Bolaño.
- A SANGRE Y FUEGO, de Manuel Chaves Nogales.
- EN EL CAMPO, de Hugo Abbati.
- EN EL CAMPO, de Hugo Abbati.
- LA DAMA BOBA, de Lope de Vega.
- CIELOS E INVIERNOS, de Ramón Irigoyen.
- DÍAS LÚGUBRES, de Juan Sayagués.
- EL TEATRO HOY, de Luciano García Lorenzo.
- DÍAS LÚGUBRES, de Juan Sayagués.
- EL TEATRO HOY, de Luciano García Lorenzo.
Hola:
ResponderEliminarTengo que leer algo de Chaves Nogales.
Feliz año.
David
Feliz año, David.
ResponderEliminarSeguro que A SANGRE Y FUEGO te iba a gustar.
¿No te has leído "Romeo y Julieta"? Pues que sepas que al final se casan.
ResponderEliminarCon Tolstoi tengo yo cierto complejo. Todo el mundo habla maravillas de él, pero nunca le encontré el punto. Y mira que lo intenté. "Guerra y paz", "Ana Karenina", "La muerte de Ivan Ilitch", "La sonata Kreutzer", "Resurrección". Supongo que será culpa mía. Seguro que es culpa mía.
Sí, se casan en el cielo. Tú me quieres llevar a no sé qué huerto.
ResponderEliminarEl punto de Tolstói es que te cuenta todo, se mete en la cabeza de todos los personajes y, de tanto ahondar, se mete también en la del lector. Ana Karenina es una historia sentimental en el sentido más amplio de la palabra, no hay concesiones a la corrección ni fórmulas efectistas.
No te discuto en que te mete en la cabeza de todos los personajes. Cuando te digo en que no le cojo el punto es que, en "Ara Karenina", al único que soportaba era a Levine. Los demás me parecían un hatajo de gilipollas. Y eso que estaba dentro de su cabeza.
ResponderEliminarLe estoy dando vueltas y no me queda claro si has leído o no esos títulos de los que hablas. Al principio pensé que eran lecturas abandonadas -lo cual me sorprendía- y empiezo a pensar que te estás quedando conmigo. (Este comentario es posterior al de más abajo)
EliminarLiovin -así viene en mi traducción- tiene pinta de ser alter ego del propio Tolstói o , al menos, de tener muchas cosas en común con él, pero también tiene miserias. Esa es la grandeza de la novela: se aleja de visiones simplistas, compa, e igual pasa con el resto de personajes. La vida misma.
ResponderEliminarVeo que mi paisano te ha conquistado. Es un escritor siempre interesante, de esos que trata los temas como un auténtico periodista, enfocando desde el punto de vista que importa al lector, a cualquier lector.
ResponderEliminarSí, un escritor muy interesante. Hace poco me decía un cliente que Chaves Nogales tenía, además, buenos contactos, que sabía desenvolverse bien entre bandos. Eso le hubiera permitido sacar la cabeza en circunstancias difíciles y estar relativamente bien posicionado siempre. En cualquier caso, su visión de aquella realidad creo que es de las más competentes.
EliminarPor cierto, la biografía de Juan Belmonte es extraordinaria. Con independencia de que al lector le gusten los toros, es un retrato preciso de la época y sobre todo del protagonista. Quien iba a decir que en ese libro se predecía el suicidio del maestro.
EliminarGracias, ya lo tenía olvidado.
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