martes, 8 de junio de 2010

Y LA VIDA ES SUEÑO II

LA ESPIRAL CAPRICHOSA, de Paqui S. Caro.

Bueno, finalmente he vuelto al antiguo editor de texto porque el nuevo falla más que una escopeta de feria, pero, claro, digo yo que las escopetas de feria fallan con un sentido que en el caso que me ocupa no entiendo. Lo cierto es que me cansé de no aclararme y conocido esto me dije que buena gana de aquello.

Termino con LA VIDA ES SUEÑO casi sin haber empezado, apenas añadiendo un pequeño apunte, porque he estado releyendo lo que escribiera este verano y me parece suficiente. Lo que desde la distancia (esta vez ni siquiera he abierto el libro) veo es una fábula sobre la libertad, de una manera parecida al MITO DE LA CAVERNA que Platón nos muestra en el diálogo que Sócrates y el sofista Glaucón mantienen en el libro VII de LA REPÚBLICA. Supongo que ya saben de que va la cosa:

Sócrates está tratando de explicar a Glaucón en qué consiste el conocimiento y lo hace a través de una estupenda metáfora, esta es: unos hombres atados en el interior de una cueva mantienen como único contacto con la realidad la visión de las sombras que sobre la pared a la que miran se producen. Estas sombras vienen proyectadas por la luz de un fuego y las figuras que pasean por una pasarela, afuera, en el mundo, ambas cosas a la espalda de estos hombres, a propósito de los que se pregunta: ¿conocen la realidad? ¿Son libres? La respuesta lógica es que no y, sin embargo, desde la suposición de que nacieran y crecieran allí, es decir, de que no hubieran vivido otra realidad más que esa también podría decirse que sí. Porque en ese caso la libertad consiste, para ellos, en estar atados mirando a la pared y el conocimiento de la realidad que tienen se produce de la mano de las sombras que pasean delante de sus narices. Y, entonces, ¿cómo convencer a estas personas de que hay algo más allá, de que el verdadero conocimiento necesita de la liberación de sus cadenas? La respuesta es la educación.

Pues bien, fijémonos brevemente en Segismundo: prácticamente se puede decir que nació en la torre, en la oscuridad, y el único conocimiento que tiene de la vida exterior es el de la educación básica (e inútil por no poder ser aplicada) que Clotaldo le da: está en una cueva viendo sombras pasar, aunque se diferencia de los hombres del mito en que la educación necesaria para el exterior es previa, y en que sabe que hay un exterior. Cuando sale para vivir la vida que, en realidad, le corresponde resulta cegado por los acontecimientos igual que los cavernícolas que salen al exterior a conocer son cegados por la luz del sol. Cuando, devuelto a la torre, se pregunta por la posibilidad de aquello otro que viviera como real para reafirmarse en que no fue más que un sueño entiendo que Calderón está realizando una metáfora de la educación: Segismundo es un maleducado porque, sobrepasado por los hechos, no es capaz de aplicar la (pobre) educación recibida a una vida demasiado diferente de la que conoce en la torre. Le faltan datos que se le han ocultado sobre la realidad y que, además, le atañen.

Cuando Sócrates le pregunta a Glaucón si éste cree que una vez que los hombres desatados conozcan la vida mundana desearán volver a la caverna el sofista reconoce que no. Pues bien, aún no habiendo dado la talla Segismundo en palacio no es capaz de asimilar que ambos mundos, oscuridad y luz, puedan ser simultáneos en él y, condicionado, resuelve que el de palacio fue un mundo inventado por su imaginación o, más concretamente, un sueño. Como aún volverá, liberado, una segunda vez a palacio le será imposible ya el regreso a la torre: aprovechará para portarse bien, querrá, deberá, quedarse para siempre en el mundo que, como creyera ya en algunos momentos, le pertenecía: por eso debe ganar la batalla con su padre, el Rey, y por eso habrá de comportarse a partir del momento como un hombre que ha despertado a la educación y al conocimiento, por encima de supersticiones como la que le hicieran encerrar en la torre desde pequeño. Esto y otras cosas sobre las que no me encuentro preparado para hablar son, para mi, LA VIDA ES SUEÑO, de Calderón de la Barca.

La Vida es Sueño para Olmedoclásico, 1.
La Vida es Sueño para Olmedoclásico, 2.
La Vida es Sueño I.

1 comentario:

  1. Hola, he recibido visitas de este sitio y ahora veo por qué.
    Me agrada que hayas tomado mi cuadro para explicar el Mito de la Caverna.
    He visto tu espacio y es muy bueno. Me permito poner un enlace en mi blog.
    Un saludo.

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